La semana pasada estuvimos viendo un vídeo del educador Ken Robinson llamado: ¡A iniciar la revolución del aprendizaje! Me pareció un vídeo muy interesante del cual pude sacar mis propias conclusiones.
Ken Robinson se centra mucho en la creatividad del niño, como ya había visto en otros vídeos de él. Siguiendo por este camino, Ken nos intenta transmitir la gran importancia que tiene reconocer los talentos y cualidades de cada niño y valorarlas todas por igual.
Nosotros como maestros tenemos la labor de ayudar a que cada niño logre sacar lo mejor de sí mismo. Y debemos valorar aquello que hacen y no dar más relevancia a una cosa que a otra.
Y no podemos olvidar que los maestros tenemos un papel muy importante en el proceso. Por ejemplo, cuando queremos que una planta florezca, tenemos que cultivarla, regarla, cuidarla…Pues un niño también tiene que recibir cariño, apoyo, ánimo,… que le den esa confianza que necesitan y así, el niño también florecerá, logrará ese crecimiento en todos los sentidos.
Por ello, todos los maestros debemos ver la educación como un aprendizaje continuo que nos ayuda a desarrollar todos nuestros talentos y a sacar lo mejor que lleva cada uno dentro. El aprendizaje no puede tener como fin recibir unos conocimientos para poder llegar a la universidad, sino que es mucho más que eso.
Cada persona, sea quien sea, tiene un talento diferente y muchas veces no sabemos verlo ni apreciarlo. En nuestra mano está descubrirlo en los niños, en ayudarles a desarrollarlo y potenciarlo.
Somos nosotros, los maestros, los que debemos de empezar a cambiar esta educación, lo tenemos que hacer con ganas, esfuerzo e ilusión. Hay que modificar la metodología que hay en la escuela. Debemos aparcar la escuela obsoleta que aún sigue hoy en día y dar paso a una escuela innovadora.
Por lo que os dejo aquí el vídeo, para que lo veáis y saquéis vuestras propias conclusiones como lo he hecho yo. Así, poco a poco, entre todos nosotros, los maestros, conseguiremos cambiar este sistema y dar cabida a uno nuevo y mejor.
Además, estuvimos viendo las escuelas cooperativas que son una empresa en la que todos los trabajadores son propietarios de dicha empresa. Y por ello, al ser propietarios de la escuela, los trabajadores se implican mucho más. Y se implican también de forma diferente.
Este tipo de escuelas surgen en los años 70, después del régimen totalitario. Como bien sabemos, durante el régimen totalitario, todas las escuelas que había en ese momento tenían que cumplir obligatoriamente con el modelo del régimen. Era impensable que hubiera escuelas que se organizaran de forma diferente, como las cooperativas.
Pero como bien hemos dicho, surgen después de este régimen totalitario con el fin de desmarcarse de las escuelas religiosas. Por lo que en nuestros días, las escuelas cooperativas suelen ser laicas, humanistas, que se centran en lo humano, lo ético, la diversidad, etc.
Actualmente, en la Comunidad Valenciana nos encontramos con 111 escuelas cooperativas. Y en esas escuelas, los propietarios que son a su vez los trabajadores de las escuelas, deciden como quieren que sea su escuela. Ellos son los que eligen cómo organizar la escuela para que funcione mejor, pero sin olvidar que tienen el deber de cumplir el currículum de cada etapa. Por lo que tras acabar una etapa escolar, los niños tienen que realizar un examen en el deberán demostrar que han conseguido los objetivos propuestos en el currículum.
Las cooperativas suelen ser de maestros, porque son ellos los que se encargan también de impartir las clases según el ideario que tienen en el centro. Pero en ocasiones, la participación de los padres también se hace presente, puesto que comparten los mismos intereses y la misma ideología que los maestros de la escuela y por ello, deciden implicarse en el proyecto.
Hoy en día, tenemos muy cerca, escuelas que no tienen nada que ver con las que habían antes, como por ejemplo la Aitana, que es cooperativa y pertenece al Opus Dei. Además, tenemos muy cerca la escuela Aire Libre, así como la Devesa, colegios cooperativos también. Cada uno de estos centros tiene un ideario concreto que se recoge en el PEC. El ideario debe ser público, de manera que los padres, educadores o cualquier otro trabajador del centro tenga acceso a él. Así como también, es conveniente que esté a la vista, para que las demás personas lo puedan conocer, ver si les gusta y si tienen interés en formar parte de la escuela.
Después de esta clase, pude conocer mucho mejor las escuelas cooperativas, ya que había oído algo de ellas, pero apenas sabía sobre ellas. Por ello, me encantó la actividad que propuso la profesora después. Tuvimos que montar por grupos una escuela cooperativa, decidiendo así el nombre de la escuela, diez principios generales de nuestra escuela, cinco principios dirigidos a los padres y otros cinco a los alumnos. Fue muy interesante y divertido. Y pude aprender muchísimo con esta práctica.
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